jueves, 15 de mayo de 2014

Homosexualidad durante el Imperio Romano

Copa Warren.
Plata. Arte romano, mediados del s. I d.C.
El Imperio Romano es la última etapa de la historia romana, en la que roma fue gobernada por emperadores. Estos implantaron un gobier-no absoluto, concentrando en su persona todos los poderes: políticos, militares, religioso y administrativos. Esta etapa se inició en el año 29 a.C. con el gobierno de Augusto y concluyó con el gobierno del último emperador romano Rómulo Augusto en el año 476 d.C. debido a las invasiones bárbaras del siglo V.
La pederastia había perdido las restricciones que tenía en su estatus como forma de educación ritual hacía mucho tiempo (el proceso de cambio se había producido ya en los sofisticados y cosmopolitas griegos) y en su lugar se convirtió en una forma de satisfacción del deseo sexual y su práctica se generalizó compitiendo con el deseo por las mujeres, aunque los conservadores la condenaban junto con otras formas de obtención de placer. Tácito atacó las costumbres griegas definiéndolas como "gymnasia et otia et turpes amores" (deporte, holgazanería y amores vergonzosos). En cambio, otros escritores no condenaron la pederastia per se, pero censuraron o alabaron varios de sus aspectos.
Hubo muchos vaivenes respecto a la consideración social de las prácticas homosexuales en la sociedad romana. En los principios de la República, la pederastia era reprobada y despreciada como un signo de afeminamiento de los griegos. A mediados de la República, los actos homosexuales eran ampliamente aceptados si el activo era un romano y el pasivo un esclavo o un no-romano. Las desviaciones de este patrón eran moralmente censuradas, pero aparentemente tenían pocas consecuencias legales. Marcial y Plauto califican un amplio rango de comportamientos homosexuales, principalmente mofándose de ellos como de otras desviaciones menores del comportamiento normal, pero sin moralizar realmente.
Juvenal critica algunos aspectos de la homosexualidad masculina, y especialmente censura que romanos de alta cuna presuman de moralidad públicamente pero que en secreto asuman la sexualidad pasiva, que siempre estuvo mal vista. Encuentra digno de lástima que haya hombres que abiertamente desempeñen el papel pasivo pero los considera más honestos. En cambio alaba el amor verdadero de un hombre hacia un chico.
Aunque los actos homosexuales eran comúnmente aceptados en el ámbito de lo privado, existía cierta hipocresía y la opinión pública generalmente censuraba todas las expresiones públicas de homo-sexualidad.
Con la llegada del cristianismo al poder, aunque quizá un poco antes, cualquier expresión de amor homosexual se convirtió en tabú y se proscribió su práctica. En 390 Teodosio I proclamó una ley prohibiendo definitivamente todas las relaciones sexuales con los del mismo sexo, castigándolas con la pena de muerte. Y la condena se mantendría en la legislación de Justiniano I.
Las circunstancias que provocaron la masacrede Tesalónica al final del siglo IV dan una prueba de que incluso en la era cristiana la homosexualidad era todavía aceptada por gran parte de la población aunque estuviera oficialmente perseguida. Todo ocurrió cuando un popular auriga fue acusado de acoso sexual a un funcionario del emperador y fue arrestado. La ciudad se sublevó para pedir su liberación, demostrando que la homosexualidad no era vista como un delito en esta parte del imperio.

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